Con casi el 80% de la población española vacunada, la ocupación de UCI por COVID-19 es actualmente un 55% inferior comparado con niveles de incidencia similares durante la tercera ola, que tuvo lugar en las Navidades pasadas. Sin embargo, la saturación de la Atención Primaria pone en riesgo de colapso las urgencias de los hospitales.
Una semana después del puente de diciembre, los contagios han empezado a diagnosticarse de manera exponencial en España. La tendencia indica que la semana terminará con unos 150.000 casos diagnosticados, lo que supone un incremento del 50% respecto a la anterior. Continuará subiendo en las próximas semanas pero aún está lejos de los números de olas anteriores. Mientras que la quinta ola tuvo un impacto entre los jóvenes de 20 a 29 años, esta nueva ola se mueve entre los más pequeños.
Aún no se conoce la incidencia real de la nueva variante Ómicron en España pero en varios hospitales de la Comunidad de Madrid suponen más del 60% de los casos secuenciados, según informó el viernes el Consejo de Sanidad. En esta sexta ola, al igual que en otros países de nuestro entorno, se está solapando el aumento de casos debido a la variante Delta con la nueva variante que los estudios preliminares indican que es mucho mas contagiosa.
España, en un nivel de riesgo muy alto
El viernes, España entró en un nivel de riesgo muy alto de incidencia al superar los 500 casos en los últimos 14 días por cada 100.000 habitante, según los nuevos umbrales de riesgo aprobados a finales de noviembre por la Comisión de Salud Pública.
El país lleva seis semanas consecutivas subiendo en el número de casos diagnosticados con especial incidencia en las comunidades autónomas de Navarra y País Vasco. Estas comunidades han llegado a su nivel más alto de incidencia desde la primera ola.
La sexta ola se está cebando especialmente con los menores de 12 años, el grupo de edad que hasta ahora ha estado fuera de la estrategia de vacunación, lo que ha terminando afectando también a sus familiares y personas cercanas.
El nivel de hospitalización, donde también se incluyen los ingresados en una UCI, es menor que en otras olas con una incidencia acumulada similar. El viernes se notificó que había 6.667 personas ingresadas en un hospital en España por COVID-19, este dato representa el 5,35% del total de ingresados en estas unidades.
La mayoría de los casos diagnosticados son leves o moderados, lo que no está suponiendo en la mayoría de los casos un ingreso hospitalario. En este gráfico puedes comparar la situación actual de la sexta ola con las otras olas.
El problema principal es que el aumento exponencial de casos detectados está colapsando los servicios de atención primaria de varias comunidades autónomas y agotando los test de antígenos en farmacias.
El viernes se vivieron enormes colas en las puertas de varios centros de salud de la Comunidad de Madrid de personas que habían dado positivo en un test de antígenos adquirido en una farmacia.
Silvia Durán, médico de Familia y coordinadora de Delegados de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), explica a DATADISTA que "la atención primaria en Madrid ya no es atención primaria. Es un servicio totalmente colapsado y muerto. La misión que teníamos los médicos que era de atender a los pacientes ya no la tenemos. Ola tras ola estamos viendo a contactos (de positivos), rastreando, haciendo burocracia y dando bajas a pacientes sanos porque son contactos estrechos. Los médicos están agotados y muchos se han marchado."
La situación se agrava en la atención a niños y niñas, debido a que no todos los centros de salud cuentan con un pediatra en atención primaria, lo que lleva a los padres a tener que plantarse en las urgencias pediátricas de los hospitales cuando son casos leves o moderados que pueden tratarse directamente en un centro de salud. Según Silvia Durán, hay zonas de la Comunidad de Madrid con un solo pediatra repartido hasta en cuatro centros de salud.
La diferencia respecto a otras olas es la vacunación
Con casi el 80% de la población vacunada con la dosis completa y el 82,52% de los mayores de 70 años con la dosis de refuerzo, la situación de la pandemia, a pesar del aumento en el número de casos, aún no es tan extrema como en olas anteriores. La tercera ola, entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, se cobró la vida de más de 11.000 personas.
Este gráfico muestra la evolución semanal de la pandemia. Desde principios de septiembre de 2021, España cuenta con más del 70% de la población con la pauta completa.
La vacuna no evita el contagio, pero sí reduce su transmisibilidad y las fases más graves y mortales de la enfermedad. Desde el principio de la sexta ola, la tasa media de incidencia semanal entre no vacunados es superior en todos los grupos de edad. La mayor diferencia se observa entre las personas mayores de 60 años, que tienen un riesgo de infección en vacunados seis veces menor que entre no vacunados.
Las personas entre 60 y 79 años vacunadas tienen un riesgo 14,5 veces menor de hospitalización y 16 veces menor de fallecimiento respecto a no vacunados. Hay que tener en cuenta que pasar la fase aguda de la enfermedad no supone en muchos casos una curación completa. La covid persistente es un nuevo problema de salud pública en todo el mundo.
Sube de manera contenida la ocupación en UCI
La ocupación de UCI por COVID-19 en España se situó el viernes en 14,03% del total de pacientes ingresados en estas unidades con un total de 1.306 personas. Este dato es un 55% inferior comparado con niveles de incidencia similares durante la tercera ola.
En este gráfico puedes comparar el número de hombres y mujeres ingresados en una UCI en España por COVID-19 en cada una de las olas de la pandemia.
La ocupación de camas UCI por pacientes con esta enfermedad está subiendo de manera constante pero contenida desde principios de noviembre cuando se situó en el 4,5%.
En Cataluña, supera ya el 25% de ocupación, lo que se considera un nivel muy alto. Le siguen las comunidades autónomas de País Vasco (21,35%), Castilla y León (19,67%), Navarra (19,49%) y Comunidad Valenciana (19,01%) con un nivel alto.
A nivel provincial, Girona y Huesca superan el 50% de ocupación de UCI por pacientes COVID-19. En total hay ocho provincias que superan el 25%: Girona, Huesca, Lleida, Gipuzkoa, León, Palencia, Castellón y Tarragona. Preocupa también la situación en Barcelona, donde la tasa de ocupación por pacientes COVID-19 es del 24% pero está ya al 61% de ocupación total, el más alto de todo el país.
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