El Ministerio de Sanidad ha publicado los informes sobre el cambio a la fase 1 de las comunidades autónomas. Uno de los requisitos imprescindibles que Sanidad les exige para tomar en consideración su propuesta de desescalada es que dispongan o tengan capacidad para instalar en el plazo máximo de cinco días entre 1,5 y 2 camas UCI por cada 10.000 habitantes y entre 37 y 40 camas para enfermos agudos por cada 10.000 habitantes, según la orden publicada en el BOE el pasado 3 de mayo. Esta exigencia supone, en el caso de las camas UCI duplicar el número de camas disponibles en el Sistema Nacional de Salud antes de la crisis de la COVID-19.
En el informe correspondiente a la Región de Murcia del 8 de mayo de 2020, Sanidad explica que la capacidad de España en ese momento era de 25 camas de agudos por cada 10.000 habitantes y 2,4 camas UCI por cada 10.000 habitantes. Estos datos, en números absolutos, significan que el país cuenta con unas 10.833 camas UCI y 117.751 camas de agudos.
DATADISTA ha recopilado las tasas de camas UCI y de camas de agudos máximas previstas por las comunidades autónomas y que han remitido a Sanidad en sus propuestas de desescalada. La tasas previstas por cada 10.000 habitantes varían en función de la comunidad autónoma. Van desde las 1,5 camas UCI previstas por Andalucía a las 3,9 de la Región de Murcia. En el caso de las camas de agudos, la horquilla parte de las 37 camas de agudos previstas por Navarra, el mínimo exigido por Sanidad, a las 72,2 camas de agudos de Madrid por cada 10.000 habitantes.
Capacidad máxima prevista de camas de agudos por cada 10.000 habitantes
Evolución de la tasa de saturación de las UCI
Los primeros días de abril fueron el momento de la pandemia con un mayor número de personas ingresadas en las UCI. El 6 de abril, según cálculos realizados por DATADISTA, había unas 5.138 personas en estas unidades de cuidados intensivos. Cerca del 60% de los ingresos se repartían entre Cataluña y Madrid. Otras comunidades autónomas como Castilla-La Mancha, Castilla y León, Navarra, La Rioja, Aragón, Baleares, País Vasco y Cantabria también vieron cómo la capacidad de camas UCI previa a la pandemia llegaba a alcanzar la ocupación máxima entre los últimos días de marzo y los primeros de abril.
En Madrid, a partir del 20 de marzo los ingresos superaron la capacidad normal de las UCI. Entre el 28 de marzo y el 4 de abril, se produjo el pico de personas ingresadas en estas unidades en Madrid. El 1 de abril había 1.528 personas en las UCI madrileñas, según el Ministerio de Sanidad, aunque la Dirección General de Salud Pública del Servicio Madrileño de Salud rebajó esa cifra a 1.502. En ambos casos significa triplicar la capacidad disponible el Sistema Nacional de Salud en Madrid. La respuesta de la saturación de los hospitales de la Comunidad de Madrid fue ampliar las camas de agudos hasta las 18.000 camas y más de 1.500 camas de UCI.
El Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya comenzó a ofrecer de forma sistemática sus datos de prevalencia de ingresados en la UCI a partir del 15 de abril de 2020. Ese día estaban ingresadas en las UCI 1.307 personas. Para entonces, Cataluña ya había superado el pico de saturación de sus unidades de críticos. El 6 de marzo, la consejera de Sanidad, Alba Vergés, anunció en rueda de prensa que en ese momento tenían 1.512 camas UCI ocupadas por pacientes de la COVID-19, lo que significaba el 85% del total de camas UCI instaladas. En ese momento, la Generalitat había conseguido habilitar 1.970 camas de UCI, más del triple de las 600 con las que contaba los hospitales públicos antes de la crisis del coronavirus.
Evolución de la saturación de camas UCI por contagiados por la COVID-19
La tasa de saturación está calculada sobre las camas UCI disponibles en una situación normal.
Menos de una cama UCI por cada 10.000 habitantes desde 1997
En 2018, el último dato oficial publicado, el número de camas UCI disponible eran de 4.466 sumando hospitales públicos y privados y de 126.831 camas de agudos instaladas. Esto significa 0,96 camas UCI por cada 10.000 habitantes -0,76 camas en el Servicio Nacional de Salud- y de 27 camas de agudos por cada 10.000 habitantes -22 camas en el Servicio Nacional de Salud-, según las estadísticas de dotación asistencial de los hospitales publicados por Sanidad.
Desde 1997, la tasa de camas UCI en España nunca ha superado una cama disponible por cada 10.000 habitantes. Entre 1997 y 2018, la tasa de camas UCI total disponibles por cada 10.000 habitantes se ha movido entre las 0,84 de los años 1997 y 1998 y las 0,96 de 2018. En el caso de las camas UCI disponibles en el Sistema Nacional de Salud, se ha pasado de las 0,65 camas de 1997 a las 0,76 de 2018.
Entre las comunidades autónomas destaca Madrid al encadenar una bajada en los últimos tres años con datos disponibles. Un 11% menos entre 2016 y 2018 en el número de camas UCI disponibles en la sanidad pública mientras las camas de la sanidad privada han aumentado un 9% durante ese mismo periodo.
Evolución del número de camas UCI disponibles por cada 10.000 habitantes y el umbral mínimo exigido por Sanidad durante la desescalada
Esta evolución es diferente en la tasa de camas de agudos instaladas por cada 10.000 habitantes. Desde finales de los noventa del siglo pasado, el número de camas instaladas en hospitales ha ido bajando cada año a pesar del aumento de la población. Se ha pasado de las 26,8 camas del SNS de 1997 a las 22,6 camas de 2018.
Evolución del número de camas de agudos instaladas por cada 10.000 habitantes y el umbral mínimo exigido por Sanidad durante la desescalada
METODOLOGÍA Y DATOS ABIERTOS
Debido a la falta de normalización, accesibilidad y reutilización de los datos de incidencia de la COVID-19 por parte del Ministerio de Sanidad, DATADISTA comenzó a publicar el pasado 12 de marzo los datos desagregados en formato CSV en su cuenta de Github del resumen de situación por la COVID-19 en España y otros datasets relacionados después de un proceso semiautomático de extracción, limpieza y normalización de las tablas de la situación diaria acumulada de la enfermedad por el coronavirus SARS-CoV-2. Desde entonces, decenas de analistas, especialistas en epidemiología, científicos de datos y periodistas están reutilizando esta información en sus proyectos, estudios y artículos.
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