Cada año, entre junio y agosto, se destruyen unos 200.000 empleos del sector de la Educación. Y cada año, entre septiembre y octubre, vuelve a crecer la afiliación en una cantidad similar. La hostelería sufre el viaje contrario, con una variación de 300.000 afiliados/as entre la temporada alta y la baja. Este octubre de 2020, la Educación mostró de media 11.858 afiliados/as más que en el mismo mes de 2019. La hostelería, 265.732 menos. La COVID-19 lo ha cambiado todo.
España es una máquina de firmar contratos. El reino de la temporalidad. Contratos de lunes que acaban el viernes. Contratos de día 1 de mes que finalizan el 30. Y contratos estacionales que han convertido en habitual sacar los empleos de invierno y guardar los de verano y viceversa como si fuese la ropa del altillo. Si hay dos sectores donde el vaivén de creación y destrucción de empleo es drástico todos los años son la educación y la hostelería. Y si hay dos sectores que se han visto afectados por la pandemia de la COVID-19 son la educación y la hostelería, aunque de forma muy diferente. Su evolución, junto con el sector sanitario y de servicios sociales, explica buena parte de los datos que dio a conocer esta semana la Seguridad Social.
Educación: 11.858 afiliados/as más que hace un año
Cada año, entre junio y agosto, se destruyen unos 200.000 empleos en educación, lo que supone enviar al paro en torno al 20% del sector. Y cada año, entre septiembre y octubre, vuelve a crecer la afiliación en una cantidad similar.
Para analizar este comportamiento y lo que ha cambiado a causa de la COVID-19 hay que empezar recordando que la Seguridad Social incluye, bajo el epígrafe de educación, tanto la formal, entendida como tal la que se da en centros como institutos, colegios o universidades; como la no formal, en la que se incluye la que imparten las academias.
En los últimos años, la vuelta del verano suponía no solo la recuperación sino un incremento del número de afiliados. En parte se explica porque el profesorado de la enseñanza formal no universitaria, que no dejó de aumentar en los centros privados durante la crisis, volvió a aumentar también en la educación pública, frente a la reducción de los años de los recortes (entre 2011 y 2013). Además, se reactivó la actividad de las academias por la vuelta de las oposiciones, tras años con la oferta de empleo público congelada.
Pero incluso en épocas de crecimiento neto interanual, la afiliación en el sector de la educación oscilaba entre los 800.000 y el millón de afiliados dependiendo del momento del año que se mirase.
Profesorado de la enseñanza de régimen general según el Consejo Escolar del Estado
La enseñanza de régimen general no universitaria empleó, en el curso 2017-2018 (último dato oficial no provisional, recogido por el informe 2019 del Consejo Escolar del Estado), a 700.808 profesoras y profesores, de los que 495.518 dieron clase en centros públicos y 205.290 en centros privados. Como se puede observar en el gráfico, el profesorado del sector privado no ha dejado de crecer, ni siquiera en los años de la crisis. En el sector público, el número de profesores se mantuvo tres años a la baja antes de volver a su tendencia creciente. A estos habría que añadir unos 40.000 de las enseñanzas de régimen especial (escuelas superiores de artes plásticas, arte dramático, danza, música y escuelas oficiales de idiomas) y los cerca de 11.000 que imparten educación para adultos. La foto total que recoge el dato de afiliación del sector Educación de la Seguridad Social vendría de añadir el profesorado universitario, con un altísimo nivel de temporalidad, y la mencionada enseñanza no formal.
La estacionalidad de la educación está muy ligada a varios factores. Empezando por la educación no formal, en el caso de las academias, muchas optan por cerrar en verano, lo que se ha visto potenciado según las CCAA han ido eliminando los exámenes de septiembre.
En la educación formal, el principal motivo de los vaivenes a lo largo del año en la afiliación está en el alto grado de interinidad en los centros públicos en la educación no universitaria y la altísima temporalidad en la universitaria.
De los 498.588 docentes de la educación pública no universitaria en el curso escolar 2019/2020, según los datos provisionales del Consejo Escolar de Estado, eran interinos 145.212, más del 29%. Este año, cuando estaba prevista la convocatoria de 50.000 plazas para llegar en 2022 a un nivel de interinidad en torno al 8%, la pandemia forzó la suspensión de las oposiciones.
A finales de octubre, las CCAA ya habían contratado casi la totalidad de los 38.000 docentes adicionales previstos por la COVID-19
Según explica a DATADISTA Mario Gutiérrez, responsable de Educación en el CSIF, “ahora, la mayoría de las CCAA sí mantiene el contrato durante verano a los interinos que han trabajado durante todo el año”, los que cubren una plaza que debería ser de funcionario. Sin embargo, en torno a 40.000 no trabajan el año completo, es decir, realmente sí cubren bajas, muchas veces por maternidad, al tratarse de un colectivo muy feminizado. En muchos casos, no llegan al mínimo de meses establecido para considerarse que han realizado el curso completo (que varía por CCAA) y son despedidos en verano y vueltos a contratar para cubrir bajas con la vuelta del curso escolar.
Hasta aquí, lo habitual. ¿Qué ha ocurrido en la educación con la COVID-19?
Este año, en la primera ola del virus, se rompió la normal evolución de los primeros meses, con destrucción de empleo en marzo que fue mucho mayor en abril. El cierre de academias o la suspensión de procesos de oposición pueden explicar buena parte de lo ocurrido, pero no todo. La educación formal fue uno de los primeros sectores enviados a casa a funcionar de forma telemática, antes incluso de decretarse el estado de alarma, pero no cerró. Una de las cosas que están analizando desde el área de Educación del CSIF es en qué medida durante los dos primeros meses del primer estado de alarma, al menos hasta mayo, se dejaron de cubrir las bajas de la enseñanza pública.
El 29% del profesorado de régimen general de la educación pública no universitaria es interino
Viniendo de esa situación de destrucción de empleo en el sector, los tres meses de verano experimentaron una reducción de afiliación sensiblemente inferior a la de otros años. En septiembre y octubre, el crecimiento ha vuelto a ser robusto aunque también inferior al de ejercicios anteriores.
Tras las cifras de crecimiento esta vez está la contratación de más de 38.000 docentes adicionales en la educación pública no universitaria para cumplir con las ratios y los desdoblamientos derivados de la situación de pandemia sanitaria. Fuentes de las consejerías de Educación de las CCAA y del área de Educación del sindicato de funcionarios CSIF confirman a DATADISTA que la cifra que previeron las diferentes CCAA ya se ha alcanzado prácticamente en todos los territorios.
El resultado de toda esta evolución en el año, es que la media de afiliación en el sector educativo en octubre muestre 11.858 afiliados/as más que en el mismo mes de 2019.
Hostelería: 265.732 empleados/as menos que hace un año
La otra cara de la moneda está en el sector de la hostelería. El sector del verano por antonomasia es capaz de incorporar a la Seguridad Social cerca de 300.000 personas en la temporada alta, que empieza en Semana Santa en este soleado país, y destruir la mayor parte de ese empleo durante el resto del año.
El mazazo de la COVID-19 y el inicio de la segunda ola se han llevado por delante sin embargo el mejor momento de este sector y, aunque en julio quiso arrancar con fuerza, en el momento en que las alertas desde otros países rompieron la llegada de turistas extranjeros, el sueño se vino abajo y con él la afiliación, que ya acumulaba un fuerte golpe en marzo y abril, cuando debería haber estado ya al alza.
Ahora, con las prohibiciones de circulación por la vía pública, los límites horarios y la llegada imparable de la segunda ola han empeorado un mes ya de por sí malo como octubre. Todo promete ir a peor en los próximos meses, dado que algunas CCAA han optado ya por decretar el cierre de la hostelería.
La hostelería tuvo de media en octubre 265.732 afiliados menos que en el mismo mes del año pasado.
Construcción: el gran empleador volvió pronto
La cara opuesta de estos sectores tan estacionales tiene profundos cimientos en este país a pesar de la debacle que sufrió en la crisis anterior, la financiera, junto a la que estalló la burbuja inmobiliaria.
La afiliación media del sector de la construcción en octubre mostró 10.718 afiliados menos respecto al mismo mes del ejercicio anterior, una cifra que debe ponerse en contexto teniendo en cuenta que es un sector que emplea en España a cerca de 900.000 personas y que, entre marzo y abril, se destruyeron 129.682 empleos.
Pero si hay un sector cuya afiliación ha crecido en la comparación interanual, ese es el de las actividades sanitarias y los servicios sociales, que aumenta en 76.342 de media en octubre respecto al mismo mes del año anterior. Todo ello a pesar de la caída de afiliación intermensual (-15.569 en octubre respecto a septiembre) por el fin de las contrataciones para cubrir vacaciones, que están muy lejos de las cifras de destrucción de todos los meses de octubre, en los que llegaban a rondarse los 36.000 afiliados/as menos.
En el lado contrario, entre los que más sufre en términos absolutos dentro de los sectores con menos efecto estacional, el de la venta y reparación de vehículos, con una caída interanual de 64.784 afiliados, una cifra que sin embargo no da muestra de la resistencia de este sector, que emplea en el régimen general a más de 2,3 millones de personas.
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