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#141 De los callos al coche eléctrico, lo que trae Sánchez de China; el riesgo alimenticio y químico de negociar con EEUU y mapas del fin de la sequía en Cataluña

  •   15 minutos de lectura

El mundo globalizado es un lugar donde un cerdo engordado en un pequeño pueblo en Aragón acaba convertido en un plato agridulce en Pekín y donde los químicos tóxicos de una fábrica en Ohio llegan al agua del grifo de un municipio de Albacete. Productos y servicios van y vienen y el trasiego se ha convertido en los cimientos de la economía mundial y el empleo. Por eso, cuando la primera economía mundial, con Donald Trump a la cabeza, ha sacado el menú de restricciones en forma de aranceles (ahora puestos parcialmente en pausa), todo el mundo se ha puesto a mirar cómo rearmar sus fichas en el tablero. Al presidente español, Pedro Sánchez, le ha coincidido el nuevo momento histórico con una visita al más alto nivel a China, entre otros países asiáticos. Te contamos lo que se ha traído de allí y lo que implica en España y te mostramos los gráficos del comercio entre este país y el gigante chino.

Y mira este párrafo: “EEUU y la UE comparten la mayor relación económica del mundo. Los flujos de comercio e inversiones entre ambos son pilares clave de la prosperidad a ambos lados del Atlántico y generan importantes oportunidades económicas”. Oyendo el desprecio con el que hablan los actuales gobernantes de EEUU sobre la Unión Europea, quién diría que estas palabras forman parte del Informe de Estimación Comercial Nacional sobre Barreras al Comercio Exterior (NTE) (PDF) que EEUU, ya con Donald Trump al frente, publicó el pasado 31 de marzo y que exhibió el propio Trump en los jardines de la Casa Blanca el mismo día que se dedicó a repartir aranceles a diestro y siniestro. Te hablamos de este documento la semana pasada pero ciñéndonos a los apartados referidos a España. En medio de un clima de incertidumbre total sobre qué es lo que mueve las decisiones de Washington, hoy te traemos los puntos con los que, al menos en los documentos oficiales, EEUU presiona a la UE, que nos afectan ampliamente.

En 2024, la UE exportó bienes a Estados Unidos por un valor de 531.600 millones de euros e importó por 333.400 millones, lo que resultó en un superávit comercial de 198.200 millones.

A EEUU le molesta básicamente el empeño de la UE en elevar los estándares de protección de la salud, el medioambiente, los derechos de los consumidores y de los ciudadanos. Consideran que la regulación de EEUU en materia de alimentación, de protección de la naturaleza o de salud es tan válida o más que la europea.

Lo que ocurre, como también te contamos hoy, es que la Administración Trump está precisamente desmantelando los mimbres de las instituciones que se encargan de velar por el cumplimiento de las normas para proteger el medioambiente y la salud de sus ciudadanos, llenando los organismos reguladores de lobistas y abogados de la industria petrolera y química que ya en el primer mandato de Trump se encargaron de debilitar las normas de protección del medioambiente y la salud, lo que convierte en como poco inquietante hoy esa presión para que se admita la validez de sus productos.

Todo esto guarda relación con una de nuestras últimas grandes investigaciones, la de los químicos eternos o PFAS. Por eso es tan importante poner recursos y esfuerzo en estos trabajos, para ayudar a leer los cambios que están teniendo lugar en el mundo. Y por eso te recordamos una vez más lo importante que es la ayuda de nuestras socias y socios, para que DATADISTA siga adelante con investigaciones propias y siendo la parte española de grandes investigaciones periodísticas que se están haciendo en Europa.

Y te hablamos de agua y de toda la que hay en Cataluña después de una larguísima sequía ahora que se levantan casi todas las restricciones. Mira los mapas.

Antes del pequeño descanso que nos vamos a tomar esta semana, aquí empieza el boletín. Arrancamos.

De los callos al coche eléctrico: lo que se trae Sánchez de China

Esta semana, Pedro Sánchez ha vuelto a China. Es su tercer viaje en dos años. La última vez que estuvo en el país asiático fue en septiembre de 2024, cuando defendió una solución negociada que evitara una escalada comercial entre la Unión Europea y China a cuenta del coche eléctrico. Desde entonces, las relaciones con la UE se han ido suavizando, en parte por el impacto global de la ofensiva arancelaria lanzada por Donald Trump. Se espera que Ursula von der Leyen y António Costa se reúnan con Xi Jinping en el mes de julio. En este nuevo escenario, tanto la UE como España buscan reforzar la cooperación con China para minimizar los efectos de la guerra comercial.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y la ministra de la Administración General de Aduanas de China, Sun Meijun, en la firma de acuerdos. | Pool Moncloa/Fernando Calvo

La disputa entre la UE y China por el coche eléctrico tuvo como consecuencia la apertura de una investigación sobre el porcino europeo, que es lo que más exportamos. Aunque la investigación china por presunto dumping en la carne de cerdo española sigue formalmente abierta, la firma esta semana de un nuevo protocolo del porcino entre ambos gobiernos da por cerrada, en la práctica, esa disputa. El acuerdo amplía la lista de productos que España podrá exportar, incluyendo estómagos y otras vísceras. Tendrá una validez inicial de cinco años y se renovará automáticamente por períodos consecutivos.

La visita de Sánchez ha estado centrada, además, en atraer inversiones chinas en sectores como el coche eléctrico y las energías renovables.

Pero mientras se firman acuerdos para exportar más carne y despojos de cerdo, aquí seguimos gestionando las consecuencias. Las grandes empresas venden la carne fuera, pero los purines se quedan. Esa cara oculta del negocio contamina acuíferos, afecta al agua del grifo en cientos de pueblos y sigue recayendo sobre las regiones donde se concentra la producción intensiva, como ya te hemos contado en las diferentes investigaciones que hemos realizado en los últimos años.

El desequilibrio comercial con China

La balanza comercial entre España y China es muy desfavorable para España. En 2024, nuestro país importó bienes procedentes de China por valor de 45.000 millones de euros, mientras que las exportaciones apenas alcanzaron los 7.500 millones. A China le vendemos, sobre todo, carne y despojos comestibles —principalmente de cerdo—, minerales y concentrados de cobre, medicamentos y otros productos farmacéuticos. También exportamos plásticos en formas primarias, partes y accesorios para vehículos, y aceite de oliva. En este gráfico puedes ver los principales productos exportados en 2024:

Por su parte, España compra a China sobre todo bienes industriales y de consumo. Destacan los aparatos y materiales eléctricos —como móviles, baterías y componentes electrónicos—, seguidos de maquinaria, ordenadores y vehículos. También se importan prendas de vestir, calzado, juguetes, muebles, artículos del hogar y productos químicos. A esto se suman manufacturas de plástico, herramientas, artículos médicos y materiales básicos como acero, caucho y aluminio. En este gráfico puedes ver los principales productos importados en 2024:

Exportamos cerdo, nos quedamos con los purines

El primer producto español que exportamos a China es la carne y los despojos del cerdo. Entre 2018 y 2021, China sufrió varios brotes de peste porcina africana que llegaron a diezmar casi la mitad de su cabaña porcina y paralizaron parte de la producción nacional. Esta crisis provocó un aumento de las importaciones desde países como Estados Unidos, Brasil, Alemania y España. En 2020, España alcanzó un récord de exportación: más de 1,2 millones de toneladas. Desde entonces, las ventas han caído cerca de un 65 %, aunque China sigue siendo el principal mercado exterior para el sector.

Como te hemos contado en anteriores boletines y en nuestras investigaciones, España es el tercer productor mundial de carne de cerdo, solo por detrás de China y Estados Unidos. Produce anualmente más del doble de la carne que consume. A nivel nacional, más del 50% de la producción se exporta, pero en comunidades como Aragón o Cataluña ese porcentaje es aún mayor. Exportamos unos 1,3 millones de toneladas de carne de cerdo al año, pero los purines se quedan aquí, contaminando el territorio.

El purín se usa fundamentalmente para fertilizar los campos, pero trasladarlo a más de cinco kilómetros de la granja no resulta rentable para sus propietarios. Esto ha provocado un problema de sobrefertilización del suelo y contaminación de acuíferos, que ha llegado incluso al agua del grifo en cientos de pueblos de toda España.

Las consecuencias que hemos investigado

En nuestra investigación La fábrica industrial de cerdos explicamos cómo casi el 80 % de las explotaciones industriales porcinas en España funciona bajo un modelo de integración vertical, detrás del cual están grandes empresas cuyo crecimiento ha sido impulsado por las propias Administraciones. También en nuestra investigación El oscuro rastro en el agua del negocio de la carne barata contamos cómo los megaproductores mundiales de cerdo han convertido Aragón en la tierra desde la que refuerzan su expansión internacional.

Los cerdos son de la integradora. El pienso y los medicamentos los suministran sus filiales. También se encargan del transporte y los servicios veterinarios. Todo, salvo la gestión de los purines: los excrementos del cerdo. La parte que entraña mayor riesgo de contaminación de las aguas por nitratos y de emisión de gases de efecto invernadero queda en manos del ganadero.

En Veneno en el grifo: ruta por la España sin derecho al agua potable, hicimos un análisis pormenorizado de todos los municipios con graves problemas de contaminación del agua del grifo por nitratos, provenientes de la agricultura y la ganadería intensiva. Más de un millón de personas residen en puntos críticos a la contaminación, y en muchos de esos pueblos llevan años luchando por conseguir que el agua vuelva a ser potable.

Las protecciones a los alimentos y frente a los químicos tóxicos en Europa que no le gustan a EEUU

Según el Informe de Estimación Comercial Nacional sobre Barreras al Comercio Exterior (NTE) (PDF) que Trump exhibió el Día de la 'Arancelización' mundial, EEUU cree que hay algunas medidas de seguridad alimentaria y protección de la vida humana, animal, vegetal y de la salud que aplica la Unión Europea que son innecesariamente restrictivas y que perjudican a su economía.

El informe critica el Pacto Verde de la UE y las estrategias derivadas de este, como la llamada De la Granja a la Mesa, que imponen, en su opinión, “indebidamente estándares de seguridad alimentaria” como la intención de “reducir el uso de pesticidas, fertilizantes y antimicrobianos en la producción agrícola”. Lo que no les gusta, obviamente, es que estas exigencias se apliquen también a los productores que no son de la UE si quieren vender en Europa. Estas son algunas:

  • Lo que en EEUU se aplica a la carne que Europa no permite

La Unión Europea es mucho más estricta con los tratamientos que se pueden aplicar a la carne destinada a consumo humano que EEUU, tanto en lo que se les suministra a los animales vivos como lo que se usa tras el matadero para eliminar patógenos. Entre las quejas que EEUU lleva tiempo expresando y que ahora podrían estar en la mesa de negociación están las prohibiciones y restricciones a la producción de carne utilizando hormonas, beta antagonistas y otros promotores de crecimiento. También la limitación de productos medicinales veterinarios contra la resistencia antimicrobiana y la prohibición de usar, para activar el crecimiento en la producción agroganadera, una lista de medicamentos que la UE limita al consumo humano.

Eso cuando los animales están vivos. Tras el matadero, el informe se queja de que la UE prohíba “cualquier sustancia que no sea agua para eliminar la contaminación de productos animales a menos que la sustancia haya sido aprobada por la CE”. Destacan que eso afecta “significativamente a la exportación de ternera, cerdo y pollo desde EEUU a Europa” porque no les han “aprobado determinados tratamientos de reducción de patógenos cuyo uso sí está aprobado en EEUU”.

  • Comida procesada con grasas, almidón y azúcares

En el informe se considera el equivalente a una barrera arancelaria la obligación de aplicar el llamado ‘meursing code’, es decir, que toda la comida procesada que entra en la Unión Europea deba clasificarse en función de si contiene grasa láctea, proteínas lácteas, almidón y/o glucosa.

  • Cosechas genéticamente modificadas

Una queja recurrente desde EUU son lo que consideran “excesivos requerimientos de datos y los retrasos en los procesos” que han impedido exportar a la UE cultivos “genéticamente modificados, a pesar de que estos productos han sido aprobados y cultivados de forma segura en EEUU y otros países durante muchos años”. Bruselas dio libertad a los países para decidir el cultivo con semillas genéticamente modificadas y eso se ha traducido en una prohibición de algunas casi general.

  • Certificados sanitarios para productos agrícolas

El documento se queja de que, “desde enero de 2022, la UE ha publicado al menos 14 versiones del certificado sanitario requerido para las exportaciones agrícolas desde EEUU de pescado, carne, productos lácteos, huevos y productos procesados”. Hay preocupación por estos cambios y por “las diferentes aplicaciones según el país miembro” además de por la posibilidad de “que se añada la certificación de bienestar animal”

Los químicos eternos, mejor uno por uno

Hay un tema que aparece en varios apartados del informe y de manera extensa: los compuestos químicos y su prohibición. En particular hay una serie de compuestos de los que habla el informe y de los que te hemos hablado nosotros a fondo porque llevamos años investigándolos. Son los llamados ‘químicos eternos’, las sustancias polyfluoroalquiladas y perfluoroalquiladas (PFAS) que el ser humano lleva décadas aplicando a infinidad de cosas (sartenes, ropa impermeable, revestimiento de edificios...), que están ya en el agua y el suelo en numerosos puntos del planeta, no se degradan, se acumulan en el organismo y que son altamente tóxicos.

Como te mostramos en la investigación Alerta PFAS: 70 años de engaños de la industria química que ya han llegado al grifo y a tu sangre, en España ya se están localizando estos químicos tóxicos en el agua de beber.

Mapa de municipios con presencia de PFAS en el agua del grifo con valores en el límite legal o que lo superan (puntos en verde) y mediciones que están en el 60% de su valor límite (puntos en en amarillo). Por el momento, solo el 44% de los municipios han reportado sus análisis de PFAS. Municipios sin datos reportados (puntos en negro). | SINAC

El informe de EEUU dice: “La dependencia de la UE de un enfoque preventivo o basado en el riesgo para la regulación de los productos químicos puede dar lugar a limitaciones severas sin una base científica de los riesgos reales de exposición en un uso específico”. ¿De qué están hablando?

Europa ha seguido durante décadas una estrategia de regulación de los químicos muy parecida a la de EEUU, es decir, en lugar de preventiva ha sido compuesto a compuesto y solo cuando se considera altamente probado el riesgo. En un mundo de innovación constante en los químicos, eso ha llevado a lo ocurrido con los PFAS, que se extiendan por el mundo estos químicos casi indestructibles. Para colmo, como desvela la investigación del Forever Lobbying Project en la que DATADISTA es el medio investigador en España, las empresas químicas ocultaron durante décadas los efectos más dañinos de los PFAS, incluidos varios tipos de cáncer, que demostraban sus propios estudios internos.

Ahora hay PFAS en la sangre de todo el mundo, en zonas remotas como el Ártico, en el agua de beber y ascienden en la cadena alimentaria, y mientras se tardaban décadas en prohibir solo algunos de ellos, la industria química ya tiene comercializados otros 10.000 más.

La Unión Europea, ante las evidencias de los daños para la salud, los desastres de contaminación por vertidos de las fábricas de PFAS en todo el mundo, incluidos países de la UE y la aparición de PFAS en la sangre, el agua y el suelo por todo el continente, decidió iniciar un proceso para hacer una prohibición general en lugar de compuesto a compuesto. El documento de EEUU critica expresamente este proceso y que no se les pida opinión sobre la normativa ni les den capacidad de intervenir de que esté aprobada.

Lo que ocurre es que si los documentos prueban lo poco fiable que ya era el proceso de regulación de los químicos, ahora lo es mucho menos.

El regulador capturado

Trump ha poblado la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de lobistas y abogados defensores de la industria petrolífera y automovilística y la industria química, algunos de los cuales ya pasaron por allí en el primer mandato del magnate y se encargaron de reducir los límites a la contaminación y la protección a la salud humana.

Entre ellos, los medios de EEUU como el New York Times han destacado al abogado David Fotouhi, que en el primer mandato de Trump ya jugó un papel central en la eliminación o debilitamiento de las normas contra la contaminación del aire y el agua y que en el mandato de Biden, de nuevo como abogado, se ha enfrentado a la prohibición del amianto, asegurando que sus riesgos no están suficientemente probados, a pesar de las evidencias de riesgo de cáncer de pulmón o laringe, entre otros y de que más de 50 países del mundo lo tienen prohibido. En 2021, fue el abogado defensor de una papelera que había contaminado con PFAS unas propiedades del entorno. Su defensa se basó en la típica estrategia de la contaminación difusa, alegando la imposibilidad de demostrar que ellos fueran el origen de la contaminación.

Nancy Beck, lobista de la industria química, ya se encargó en el primer mandato de Trump de modificar las normas para hacer más difícil el seguimiento de los vínculos entre los PFAS y el cáncer y por tanto, regularlos. También se encargó de suavizar los límites al amianto y al cloruro de metileno presente en las pinturas.

Lynn Ann Dekleva, que también estuvo en la primera Administración Trump, lleva toda la vida vinculada a la industria química, lo que incluye tres décadas trabajando para el gigante Dupont. ¿Te suena este nombre? Te hemos hablado de él en múltiples ocasiones. Es la química que contaminó las tierras y el agua del granjero Earl Tenant, el primer caso judicializado, defendido por Robert Bilott y que se describe en la película Aguas oscuras. También es la que aparece una y otra vez en los documentos que te desvelamos recientemente en los que se veía cómo iban conociendo desde los años 60 del siglo pasado la toxicidad, los riesgos para las embarazadas, la lactancia, la acumulación en el organismo y las altas tasas de cáncer de estos compuestos.

Y al frente de todos ellos, Lee Zeldin, el hombre que ha dejado atónitos a muchos al aterrizar en la EPA con el lema “Impulsando el regreso del Gran EEUU” y que difundió un vídeo tras su nombramiento en el que reescribía los propios cimientos que llevaron a crear la Agencia de Protección del Medioambiente. Ahora, aunque “continuará asegurando la limpieza del agua, el suelo y el aire para los estadounidenses, lo hará defendiendo simultáneamente el crecimiento económico, liberando los límites energéticos, impulsando la concesión de licencias, haciendo de EEUU la capital mundial de la Inteligencia Artificial y devolviendo a EEUU los empleos de la industria del motor”.

Cataluña levanta las restricciones de agua tras el mejor dato en los embalses en más de dos años

Hace un año, casi 6 millones de personas vivían en Cataluña bajo restricciones en el uso de agua debido a la sequía. Hoy, solo un municipio —Sant Feliu de Codines (Barcelona)— se mantiene en situación de emergencia. Lo hace por prudencia, a petición del ayuntamiento, ya que no depende de los embalses sino de captaciones propias mediante pozos.

Los datos que han permitido este cambio son los mejores en más de dos años. Esta semana, los embalses de las Cuencas Internas de Cataluña han alcanzado el 64,3% de su capacidad (435 hm³), tras sumar 17 hm³ respecto a la semana anterior. Son 7,8 puntos por encima de la media de los últimos cinco años, según los datos publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica.

El cambio de tendencia se debe a las lluvias de marzo, que han dejado más del doble de precipitaciones habituales. Según AEMET, ha sido el tercer marzo más lluvioso desde 1961. El agua acumulada en las cabeceras de cuenca y en zonas de montaña sigue bajando progresivamente, lo que mantiene el ritmo de recuperación de las reservas.

En conjunto, los embalses de uso consuntivo (destinados al abastecimiento humano, agrícola e industrial) se encuentran al 68,8% de su capacidad, con 26.711 hm³, tras ganar 421 hm³ en la última semana. Esta cifra está 18,3 puntos por encima de la media de los últimos cinco años.

Junto con las Cuencas Internas de Cataluña, también destacan las subidas en Galicia Costa, con un aumento de 2,5 puntos hasta el 88,61%; en el Duero, que ha ganado 2,3 puntos y se sitúa en el 91,20%, con más de 2.600 hectómetros cúbicos embalsados; y en el Guadiana, que ha subido 1,7 puntos hasta el 68,47%, con más de 6.500 hectómetros cúbicos. Por su parte, la cuenca del Júcar ha aumentado 1,2 puntos y alcanza el 60,56% de su capacidad.

La mejora en Cataluña ha llevado a la Generalitat a levantar las restricciones impuestas en las cuencas internas, tras más de dos años de limitaciones. El sistema Ter-Llobregat pasa del escenario de alerta al de prealerta, lo que permite relajar restricciones para unos 6 millones de personas. Además, el acuífero del Baix Ter recupera la normalidad y el del Fluvià Muga pasa de excepcionalidad a alerta.

Sin embargo, la sequía no puede darse por superada. Después de 56 meses de sequía, el Gobierno catalán mantiene activas las actuaciones del plan de contingencia, y las desaladoras continúan operando al 90% de su capacidad. Se trata de evitar una nueva crisis hídrica y no repetir los errores del pasado. En 2009, Cataluña ya vivió una grave sequía que obligó incluso a llevar agua en barcos a Barcelona. Entonces se anunciaron grandes inversiones en desalación que quedaron en parte en papel mojado. Estos grandes proyectos llevan décadas de retraso. ¿Qué pasó?

Puedes leer la investigación que hicimos sobre la situación de las desaladoras en España en lo peor de esta última sequía:

👉 Desaladoras: viaje a los rotos de la fábrica del agua

En 2024, con la situación de sequía crítica, el Gobierno central anunció la financiación de dos nuevas plantas desaladoras (Tordera II y Foix) que, si se cumplen los plazos, estarán operativas entre 2028 y 2029.

📊 Explora el panel de agua y sequía con datos, mapas y gráficos

👉 Análisis semanal

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