Acabamos de publicar un reportaje especial de DATADISTA que aborda la delicada situación del Parque Nacional de Doñana. En estos días, el Parlamento andaluz ha iniciado trámites para aprobar una proposición de ley que busca legalizar parcelas de regadío ilegal en la Corona Norte de Doñana. Durante más de dos décadas, las administraciones han hecho la vista gorda ante estos cultivos ilegales, contribuyendo al deterioro del ecosistema y al agotamiento del acuífero.
MAPA: Regadíos en Doñana
Nuestro reportaje, titulado Todos los culpables del desastre de Doñana, revela cómo tanto fincas públicas como privadas han participado en esta explotación insostenible, utilizando prácticas altamente dañinas como desviar cauces y completamente ilegales como arrancar árboles para plantar cultivos de regadío y abrir pozos igualmente ilegales para regarlos. A pesar de que había evidencia documental y técnica de lo que estaba sucediendo, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) no declaró el acuífero sobreexplotado hasta mediados de 2020, y los expedientes se tramitaron con lentitud. Un cambio de ida y vuelta de las competencias en las aguas andaluzas sirvió para empeorar el problema, permitió que se perdieran expedientes y otros muchos quedasen en los cajones.
Cuando se actuó, los guardas que acudían a proteger el parque sufrieron acoso, mientras las administraciones locales y regionales de diferentes partidos políticos mostraban su permisividad sobre la situación mirando para otro lado.
La propuesta de ley actual, presentada por PP y VOX, toma como fecha de efectos para regularizar regadíos los establecidos en 2014, cuando se publicó el Plan de la Fresa, en lugar de 2004. Esta propuesta beneficiaría a agricultores que transformaron terreno forestal para plantar fruto rojo en terrenos no regables después de 2004, a pesar de que si algo ha cambiado, además del Gobierno andaluz, es que la situación del acuífero de Doñana ha empeorado y existe una sentencia en contra de España del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. La propuesta se apoya en la idea de que la sociedad andaluza puede considerar adecuado otro criterio temporal después de casi 20 años.
El cambio legislativo se presenta mediante una proposición de ley por la vía de urgencia, lo que evita la necesidad de informes técnicos y participación pública. Este enfoque implica que se obvian filtros importantes que garantizan la calidad de la norma y la inclusión de opiniones expertas. Además, la propuesta de PP y Vox parece atribuirse una competencia que no le corresponde, al igual que ocurrió con la Junta hace más de una década pero esta vez por la puerta de atrás.
La proposición del Parlamento andaluz busca declarar ciertos terrenos como "suelos regables con aguas superficiales", aunque no confiere automáticamente el derecho al uso de dichas aguas, lo que depende de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Actualmente, no hay suficiente agua superficial para sustituir las extracciones en la región de Doñana, y las obras para llevar los 19,99 hm3/año de agua desde otras cuencas aún no se han realizado. La propuesta asume que la situación de ilegalidad en las extracciones de agua continuará hasta que se complete el trasvase.
Manuel Delgado, portavoz de la Asociación de Agricultores Puerta de Doñana, asociación que engloba unas 4.200 hectáreas de regadío (el 52% de las que regularizó el Plan de la Fresa de 2014), nos señala que incluso el agua prevista en el trasvase no sería suficiente para abastecer a todas las zonas de cultivo. Dado que 7hm3/año ya están adjudicados, quedan solo 13 hm3 de agua disponibles, con los que se podrían regar entre 2.000 y 2.500 hectáreas, mientras que la zona cuenta con 4.200 hectáreas. Si se asigna agua de forma preferente a la zona norte, donde se encuentran la mayoría de los cultivos fuera de ordenación que ahora se quieren regularizar, el agua será mucho más difícil que llegue a los cultivos legalizados en el Plan de la Fresa y que se encuentran más cercanos a Doñana.
Otra de las debilidades de la proposición es que, a pesar de que la cuenca del Tinto, Odiel, Piedras, desde la que se realiza el trasvase, se ha considerado una cuenca excedentaria de agua, como señala el texto, la sequía hizo activar el año pasado el Plan de Sequía de la demarcación debido a la situación de los pantanos de la provincia de Huelva. El recorte de agua para los agricultores de esta cuenca se sitúa entre un 15% y 25% en el actual año hidrológico.
Te invitamos a que leas y compartas en tus redes este reportaje especial para conocer en profundidad cómo se ha llegado a esta situación y cuál es el futuro de Doñana.
👉 Lee ahora: Todos los culpables del desastre de Doñana
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