El IBI supone más del 40% de los ingresos en los municipios más turísticos de la costa

El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) es una de las principales fuentes de financiación de los municipios españoles. Ayuntamientos como Oropesa del Mar, Cunit, Peñíscola, Marbella o Mojácar recaudan más del 40% del total de sus ingresos a través de este impuesto.

El IBI de las segundas residencias lo pagan propietarios que no están empadronados en esos municipios por lo que contribuyen pero no votan, lo que los deja con escasa fuerza para sus demandas.

Evolución del porcentaje recaudado por IBI respecto al total de ingresos

Sin

datos

22%

32%

49%

10%

16%

27%

39%

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2002

2009

2012

2019

Vinaròs (38%)

Los municipios de la

costa de Castellón

concentran los

mayores porcentajes

de recaudación por IBI

respecto al total de

ingresos de las arcas

municipales.

Benicarló (28%)

Peñíscola (53%)

Alcalà de Xivert (52%)

Torreblanca (50%)

Cabanes (44%)

Oropesa del Mar (62%)

Benicasim (52%)

Castellón (39%)

Almassora (29%)

Borriana (40%)

2019

Vinaròs (38%)

Los municipios de la

costa de Castellón

concentran los

mayores porcentajes

de recaudación por IBI

respecto al total de

ingresos de las arcas

municipales.

Benicarló (28%)

Peñíscola (53%)

Alcalà de Xivert (52%)

Torreblanca (50%)

Cabanes (44%)

Oropesa del Mar (62%)

Benicasim (52%)

Castellón (39%)

Almassora (29%)

Borriana (40%)

2019

Vinaròs (38%)

Benicarló (28%)

Peñíscola (53%)

Alcalà de Xivert (52%)

Torreblanca (50%)

Cabanes (44%)

Oropesa del Mar (62%)

Benicasim (52%)

Castellón (39%)

Almassora (29%)

Borriana (40%)

Los municipios de la costa

de Castellón concentran los

mayores porcentajes de

recaudación por IBI

respecto al total de ingresos

de las arcas municipales.

La voracidad constructora en los municipios de la costa de las últimas décadas tiene su impacto directo en las arcas de los ayuntamientos. Durante la burbuja económica, los ingresos de las entidades locales crecieron al mismo ritmo que se ponía ladrillo gracias a las partidas ligadas a la construcción. Desde la venta de terrenos a las licencias urbanísticas, de obra, de habitabilidad, pasando por el ICIO (impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras) y hasta el hoy tan cuestionado impuesto a la plusvalía. La crisis económica supuso la caída de todas estas partidas y en algunos casos incluso una recaudación cero.

Si el peso del IBI (impuesto de bienes inmuebles) había ido elevándose a ritmo de grúa, el derrumbe del resto de partidas ligadas a la construcción no hizo sino incrementar su protagonismo. La suma de los ingresos provenientes del impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana (IIVTNU), el ICIO, las licencias urbanísticas, las cédulas de habitabilidad y licencias de primera ocupación y la enajenación de inversiones reales de terrenos ha tenido en municipios de la costa caídas superiores al 70% si comparamos los años 2009 y 2019. Es el caso de municipios como Oropesa del Mar (-74%), Benicasim (-77%) o Marbella (-92%).

El salvavidas para los ayuntamientos vino de la mano de la revalorización del valor catastral de los inmuebles. Esto ha remado en favor de que el IBI aún gane más peso en los últimos años en municipios de toda España, con especial incidencia en aquellos donde la población que los habita de forma permanente es muy inferior al número de viviendas construidas: la costa.

Si la población es inferior a 50.000 habitantes, algo que ocurre en la mayoría de los municipios costeros, el impacto en las arcas puede suponer más del 50% de los ingresos anuales del municipio. En 2019, el IBI supuso el 23% de los ingresos de media en localidades de toda España. En los de la costa, este porcentaje sube cuatro puntos más de media, según la liquidación provisional de presupuestos de 5.340 municipios publicado recientemente por el Ministerio de Hacienda.

Entre estos municipios costeros también se encuentran localidades donde existen grandes industrias, cuyo IBI por inmuebles de características especiales es superior a la recaudación por inmuebles urbanos o rústicos. Es el caso del municipio de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant, donde se encuentra la central nuclear de Vandellòs, o El Prat de Llobregat, donde está situado el aeropuerto de Barcelona.

Oropesa recauda por IBI el 62% de sus ingresos

Entre los municipios costeros que más recaudan por IBI se encuentra Oropesa del Mar. Este municipio de 9.000 habitantes de la costa de Castellón recauda por IBI el 50% o más de sus ingresos anuales desde hace una década. En 2019, este porcentaje fue del 61%. Oropesa del Mar es conocido por ser el término municipal donde se encuentra enclavada la mayor parte del complejo turístico de Marina D'Or.

Este proyecto orientado al turismo de masas, cuya primera fase se inauguró en 1997, cuenta con miles de viviendas, lo que tiene un impacto directo en las cuentas del Ayuntamiento. 12,7 de los 20,5 millones de euros ingresados en 2019 provienen de IBI. Es el ayuntamiento con mayores ingresos de los que tienen una población entre 9.000 y 10.000 habitantes. Por ejemplo, un municipio de similar tamaño, como Jerez de los Caballeros (Badajoz) con 9.303 habitantes, tuvo unos ingresos totales ese año de 8,2 millones de euros.

El IBI de las segundas residencias lo pagan, en su mayoría, propietarios no empadronados

La playa de Les Amplàries en Oropesa, situada en frente de Marina D'Or, tiene una extensión de 2.400 metros y unos 17 metros de anchura media. En 2020, al igual que en años anteriores, cuenta con una bandera azul que mide criterios como la calidad del agua, la gestión ambiental, la seguridad y los servicios. Turismo de Castellón la publicita en su página web como "una playa extensa y abierta en la que abundan las dunas naturales y la vegetación en los márgenes de la costa".

Debido a la presión urbanística y humana en la zona, es una playa a la que no se le permite una buena dinámica del litoral para la regeneración de la arena y tampoco cuenta con suficientes infraestructuras. La mayor parte del año, la grava predomina por encima de la arena fina. No hay arena en una zona donde abundan los jardines con palmeras en el lugar donde deberían estar las dunas. Los vecinos de la playa llevan años reivindicando actuaciones de regeneración debido a las condiciones en las que se encuentran. La Plataforma Playa Les Amplàries lleva diez años denunciando que los vecinos de la zona pagan IBI por sus segundas residencias al igual que el resto de ciudadanos de Oropesa pero no reciben los mismos servicios. En el aire siempre flota la idea de que su situación se debe a que, al ser la segunda residencia y no estar empadronados, no votan y por ello, aunque paguen su IBI como cualquier vecino, no reciben la misma atención por parte del Ayuntamiento.

Martín García, portavoz de la Plataforma Playa Les Amplàries calcula que el 44% de los ingresos de Oropesa provienen de la zona urbanística que da a la playa, con 57 bloques de viviendas de los cuales "el año pasado destinaron solo 18.000 euros a intervenir en las infraestructuras de la playa."

En un municipio con 9.000 personas empadronadas, los residentes pueden multiplicarse hasta por diez en verano. "Durante el resto del año pueden vivir en esos apartamentos entre 1.000 y 1.200 personas en la zona de Les Amplàries. El verano pasado calculamos que estaban unas 80.000 personas", indica García.

A pesar de que en la ley, el empadronamiento debe ser en el municipio donde se reside habitualmente, en las elecciones municipales de mayo de 2019, la Asociación Vecinal Amplàries se presentó como partido político independiente bajo las siglas de AVAM. En 2018, hicieron un llamamiento para que propietarios de segundas residencias se empadronaran en Oropesa para poder votar en las municipales, pero no consiguieron que hubiera un empadronamiento masivo. AVAM consiguió 59 votos (1,72%) en una convocatoria electoral que ganó el PSOE con 1.141 votos (33,27%) arrebatando la alcaldía al PP gracias a un pacto con Ciudadanos.

Esta falta de apoyo en las elecciones a afectado a la plataforma y sus revindicaciones. Martín García comenta que en la actualidad la plataforma está algo inactiva debido al cansancio de los vecinos y a la falta de voluntad política para arreglar los problemas, "primero con el PP y a partir del año pasado con el PSOE.". García recuerda como en 2016 hicieron una manifestación donde asistieron unas 7.000 personas. La última se celebró en 2018. Desde entonces, nada.

En mayo de este año, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio para la Transición Ecológica ha iniciado la regeneración de la zona norte de la playa para ampliar el paseo marítimo, retranqueo de construcciones existentes, la creación de dunas y reposición de la vegetación para intentar frenar la pérdida de arena. El coste para el erario público es de más de 300.000 euros. También a finales de mayo se ha realizado la regeneración de la arena debido a los daños ocasionados por la borrasca Gloria en enero de este año. A principios de julio, había zonas de la playa donde ya no había arena.

La subida del catrastro

A partir del año 2012, el IBI ha ido ganando peso en la recaudación municipal al amparo de las revalorizaciones anuales que se han producido del valor catastral de los inmuebles en la mayoría de los municipios. Es un impuesto directo al igual que el IRPF o el de Sociedades, que se aplica sobre el patrimonio o la renta. El IBI se recauda en función del valor catastral de inmueble.

Los ayuntamientos pueden pedir al Gobierno que actualice el valor catastral de los inmuebles en su término municipal siempre y cuando hayan pasado 5 años desde la última actualización y se haya justificado "diferencias sustanciales entre los valores de mercado actuales y los que sirvieron de base para la determinación de los valores catastrales vigentes". Al valor catastral se le aplica un coeficiente multiplicador del valor catastral (CMVC). Este coeficiente lo aplican municipios a través de diversos criterios como puede ser el año de construcción.

No todos los ayuntamiento de la costa viven del IBI

No todos los más de 700 municipios españoles que tienen su término municipal sobre un trozo de la costa del país pueden vivir del IBI aunque sí fomentan la actividad turística. La mayoría de los ayuntamientos costeros que recaudan menos del 20% del IBI tienen algunas características en común: no cuentan con grandes playas ni con espacio suficiente como para apostar por la promoción inmobiliaria. Además, algunos se encuentran en zonas protegidas como Parques Naturales, lo que ha limitado su expansión urbanística.

Entre ellos, destaca Mundaka en Bizkaia. Este municipio costero del País Vasco de 1.852 habitantes está enclavado en la reserva natural de la biosfera de Urdaibai. En sus 4,01 km² de superficie del término municipal dispone de playas como la de Mundaka, una playa no muy profunda y larga pero uno de los destinos preferidos por surfistas durante todo el año gracias a que dispone de una de las mejores ola izquierda del mundo. Las olas en este punto de la costa pueden alcanzar hasta 4 metros de altura durante unos 400 metros de recorrido. En 2019, el municipio ingresó en sus arcas 2,5 millones de euros de los cuales 185.000 euros son del IBI, lo que representa el 7,2% del total.